“Las mujeres se han educado sexualmente pensando más en complacer que en su propio placer”
Por su consulta pasan cientos de mujeres. Y justo por eso, por tener en sus manos una y otra vez la historia de siempre con diferentes nombres, es por lo que esta fisioterapeuta de suelo pélvico trabaja con todo el ahínco habido y por haber con perspectiva feminista. “Cuando estás con mujeres que te explican que no se sienten respetadas durante las relaciones sexuales por sus parejas, que han sido violadas, que nunca han disfrutado ni han tenido orgasmos, que los sanitarios no escuchan sus preocupaciones o las infravaloran y ves como esto se repite mujer tras mujer, por fuerza, tienes que plantearte qué está pasando en la sociedad y porqué. A mí el feminismo me ha ayudado a entender muchas de estas situaciones, a ponerle nombre y me ha dado herramientas para combatirlas”, explica Ana González.
Nuria Coronado Sopeña
Unas herramientas que González no solo aplica en lo presencial. Sabe de la importancia de hacer pedagogía en redes sociales como Instagram o en X donde la respuesta obtenida le ha venido a dar la razón. Cada tuit que pone es recibido como agua de mayo por muchas mujeres que entienden que los que les pasa no es lo normal sino el fruto del trabajo bien hecho desde el patriarcado. “Desgraciadamente ser mujer es sufrir mucho y muchas veces en silencio, sintiendo vergüenza y culpa, así como normalizar situaciones desgarradoras como mecanismo de defensa para minimizar ese sufrimiento”, describe.
Y como ejemplos esta profesional nos da unos cuantos. “Cada día escucho cómo el 52% de la población vive situaciones muy, muy duras y veo la realidad de la opresión en base al sexo que vivimos las mujeres. ¿Qué hombre es utilizado día a día por su mujer para eyacular dentro sin tener deseo ni placer? ¿Qué hombre no sabe lo que es un orgasmo? ¿Qué hombre acepta tener relaciones sexuales con dolor?”, se pregunta.
¿Qué es lo que te hace encender la alarma con una paciente? ¿Lo que dice o lo que calla?
Más bien te diría que es lo que normaliza. Es muy duro, para mí, hablar con mujeres que normalizan completamente situaciones brutales y muy duro para ellas darse cuenta de que lo que están viviendo no es aceptable.
¿Cuáles son los cuadros que tratas más?
Las mujeres vienen a mi consulta por dolor en el periné o en la región pélvica, con incontinencia urinaria o fecal, prolapsos de órganos pélvicos, disfunciones sexuales… Es decir, me encuentro disfunciones físicas que, en muchas ocasiones, pueden estar provocadas por agresiones o abusos sexuales. De hecho, pueden suceder varias cosas: que haya una disfunción sexual o dolor sin tener relación con una agresión o abuso sexual; que el dolor o disfunción sexual se haya desencadenado a raíz de una agresión o abuso sexual o que además de tener incontinencia, prolapso…, expliquen que nunca han disfrutado de su sexualidad o que tienen dolor durante las relaciones sexuales. Es indignante ver como muchas mujeres que tienen dolor durante la penetración han sido infravaloradas por personal sanitario, silenciándolas, avergonzándolas y culpabilizándolas aún más.
¿La dificultad para llegar al orgasmo o incluso no haber conseguido disfrutar nunca de la sexualidad está más extendida de lo que creemos?
Mucho más, al principio me sorprendió la cantidad de mujeres que no han disfrutado nunca de su sexualidad. Después me paré a pensar y a reflexionar sobre ello… Y es que las relaciones sexuales están por y para el placer del hombre: Penetración en la cama, penetración en la cocina, penetración a cuatro patas, penetración en una mesa, penetración en postura misionero, penetración en el ascensor, penetración en el coche. ¡Ah y un poquito de “preliminares” para preparar el terreno para la penetración que tienen que ser el centro y lo más importante de la relación sexual (entiéndase la ironía)! Entendiendo sexo igual a penetración solo se puede esperar disfrute en el hombre.
¿Los preliminares existen?
Todo es sexo. Cualquier práctica que nos haga tener placer es sexo. Al usar “preliminar” estamos dando a entender que no hay sexo si no hay penetración y ¡qué triste entender que el sexo solo es penetración! ¿no?
Por eso dices que erróneamente nos hemos educado en que las mujeres son más complejas que los hombres, pero la realidad es que simplemente somos diferentes.
Exactamente. En el estudio de la sexualidad, como con el resto de estudios de la salud, se coge de muestra a hombres, eso ha hecho que todo se mida en base al hombre. Las mujeres se han educado sexualmente pensando más en complacer que en su propio placer. He leído, en muchos estudios sobre la sexualidad humana, que el deseo sexual de las mujeres es menor que el del hombre, y yo me pregunto ¿cómo no va a ser menor si muchas mujeres no tienen ningún tipo de placer en las relaciones sexuales? Y no solo eso, muchas mujeres son violadas por sus parejas, tienen sexo con dolor, realizan prácticas que no quieren… El deseo sexual se incrementa a medida que tenemos experiencias sexuales positivas. Teniendo en cuenta la realidad de la vida sexual de la mujer ¿cómo vamos a tener deseo sexual?
Si decimos que en pleno siglo XXI seguimos sin disfrutar del sexo ¿es exagerado?
No es exagerado, es la realidad. En el siglo XXI la educación sexual se basa en el porno. El porno es sexo sin deseo sexual. Y es que, ¡el sexo no debería existir si no hay deseo sexual! En otras palabras, el porno es una violación grabada. ¿Cómo vamos a disfrutar las mujeres en el sexo, si lo que excita actualmente a los hombres son violaciones grabadas? Lo más buscado y visto en páginas porno es lo más violento y agresivo hacia la mujer. Si hay hombres que ven eso, hay hombres que, después lo reproducen en la vida real. Da miedo, la verdad. También da asco. Y, claro, para la mujer se traduce en sufrimiento. Porque lo que ese rollo de una noche/novio/marido ve en el porno es lo que querrá reproducir después en la cama. Otro momento en el que nos acostumbramos a sufrir es en el posparto ya que es una etapa en la que las mujeres se sienten vulnerables y con miedo al abandono por parte de sus parejas, por lo que es habitual aceptar mantener relaciones sexuales aun cuando no hay deseo o incluso cuando hay dolor.
¿Tu don es quitar la "normalidad" de sufrir y cambiarla por el disfrute?
Mi objetivo es que el máximo número de mujeres dejen de normalizar tener relaciones sexuales sin deseo, con dolor o realizando prácticas que no le apetecen. Además, quiero que cualquier mujer que venga a mi consulta salga de ella sintiéndose literalmente. Que reconozca y sienta cada parte de su cuerpo, que sepa todo lo que puede disfrutar de él. Y si viene con algún tipo de problema (dolor, incontinencia, prolapso…) que se sienta acompañada y logremos aliviarlo lo máximo posible para mejorar su calidad de vida.
¿Qué sucede cuando se dan cuenta de que el violador es o ha sido tu pareja, pero no han sido conscientes de ello?
Es devastador, lo peor es que somos las mujeres las que sentimos culpa y vergüenza. Fíjate lo poderoso que es el sistema patriarcal que le da la vuelta, de tal forma, que somos nosotras las que nos sentimos mal. De alguna manera es una maravillosa manera de mantenernos calladas. Es por ello, que no puedo callarme más. Cuando compartí la primera historia en Twitter me llegaron decenas de mensajes con historias similares, mujeres que tenían sexo con sus maridos sin deseo sexual, con dolor... Mujeres que habían sido violadas durante la infancia o por sus novios o maridos… Y es que todas, en mayor o menor medida, vivimos estas situaciones horribles porque vivimos en una sociedad misógina. Empiezo a publicar lo que me encuentro en consulta porque cuando me lo cuentan lo hacen desde el miedo, miedo porque muchas veces lo han expresado a otras personas (familiares, amigos, sanitarios…) y se han sentido juzgadas y avergonzadas. Pero la realidad es que todas las mujeres vivimos situaciones de esta índole, lo que muchas veces ni las identificamos.
¿Ha cambiado algo tu experiencia entre tu primera paciente y las que sigues atendiendo ahora?
Supongo que a medida que voy escuchando historias de mujeres tengo más habilidades a la hora de acompañarlas, sobre todo, para que no sientan que lo que están viviendo es algo que tienen que asumir como aceptable. Es un problema social y sistemático, como decimos desde el feminismo: lo que pasa en nuestras vidas personales es político. Siempre “lo personal, es político”.
Si tuvieras que dar voz a la realidad que viven tantas mujeres en pleno siglo XXI ¿Cómo lo harías?
Lo haría diciendo que si alguna mujer se siente identificada con alguna de las frases que expondré de inmediato debe saber que no hay vergüenza ni culpa en ella, y que por desgracia somos muchas las mujeres que tenemos que vivir situaciones horribles.
Adelante con ellas…
- “Desde que un ex-novio me tocó sin mi consentimiento, tengo dolor y no sé si alguna vez voy a poder disfrutar del sexo”.
- “Me duele en algunas posturas durante la penetración, no sé si tengo algo malo o que es lo que me está pasando, cuando lo he comentado a algún profesional sanitario me ha dicho que está en mi cabeza y que me relaje”.
- “La primera vez que realicé penetración fue horrible, me produjo mucho dolor. Me siento avergonzada y no se lo había dicho nunca a nadie”.
- “Tengo dolor durante la penetración porque padezco de endometriosis, pero sigo manteniendo relaciones sexuales con mi chico por miedo a que se vaya con otra o deje de querer estar conmigo. A veces, hasta me he medicado para que deje de doler…”.
- “Después de la episiotomía que me hicieron en el parto, no me ha quedado “la zona” bien, me da miedo mirarme y no he podido mantener relaciones sexuales satisfactorias desde entonces”.
- “Durante la infancia me agredieron sexualmente y ahora soy incapaz de tener una relación sexual sin dolor, sin pensamientos negativos y sin estar tensa. Ya no hablo siquiera de disfrutar…”.
- “He estado toda la vida teniendo relaciones sexuales sin deseo ni placer con mi marido, me siento con la obligación de complacerle”.
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