“La sexualización temprana normalizada contribuye a favorecer los abusos a menores”
“Leche, cacao, avellanas y azúcar” … esos eran los ingredientes que gracias al anuncio en televisión de toda la vida cualquiera recordaba y cantaba de Nocilla. La crema de cacao ahora se ha reinventado con una nueva campaña de cuatro spots de publicidad titulada "Díselo con Nocilla" con los que, según Vanesa Liébana, marketing manager de dicha empresa, afrontar dulcemente conversaciones incómodas. “Cuando nuestra marca aparece es imposible estar de mal humor. Ponemos de relevancia cómo esa conexión es necesaria y te puede ayudar a suavizar esas pequeñas tensiones”. Uno de esos anuncios ha estado en la diana de las críticas. Es el de una joven nieta y su abuelo, el cual aparece con un satisfyer en la frente a modo de termómetro. Material publicitario que Carmen López Suárez, doctora en pedagogía y orientadora familiar, tildó de indecente. "¿Meter un satisfyer en un anuncio para niñas y niños? Todo el mundo debería dejar de tomar este producto insano, con alto contenido en azúcar y además pedófilo”, dijo.
Nuria Coronado Sopeña
Su respuesta para Tremending, una sección del Diario Público, rozaba lo carca y lo facha ya que, junto a esta reconocida pedagoga, otras voces como la de Abogados Cristianos rechazaban y denunciaban el anuncio. “¡Qué complicado es ser facha: todo les da miedo! Les asustan las Barbies, los pechos, lo de trabajar y ahora también temen a los Satisfyer y a la Nocilla. ¡El mundo moderno es un lugar hostil para ellos! La última polémica carca viene a cuenta de un simpático anuncio de la marca del famoso producto de "leche, cacao, avellanas y azúcar". Un vídeo desenfadado en el que las mentes calenturientas de algunos ven al diablo reencarnado. En él aparece un hombre confuso poniéndose un Satisfyer en la frente. Una joven lo mira incrédula mientras una voz en off dice: "Cuando le digas a tu abuelo que eso no es un termómetro, díselo con Nocilla".
Mediatizar la sexualización de menores
Carmen López Suárez no solo se mostraba indignada y preocupada porque un juguete sexual saliese en un anuncio para menores o por el ninguneo a una persona mayor, sino por el señalamiento que dicho medio hizo hacía su persona llamándola facha. “No daba crédito. Periodistas progresistas que supuestamente se preocupan por la desinformación y los bulos, señalando a una pedagoga preocupada por los derechos de la infancia, las mujeres y la educación familiar, por comentar un anuncio de forma educada y rigurosa. Yo sé que existe manga ancha para blanquear la sexualización infantil en ciertos medios, pero nunca pensé que este y otros que no me han nombrado explícitamente, iban a anteponer de forma tan inmoral el mercado, al bienestar y los derechos de nuestras y nuestros menores”.
Su enfado se contrarrestaba con el apoyo de “las personas de bien sensibles a las consecuencias de este despropósito. Mujeres, sobre todo, que no temen señalar esta mala praxis, incluso a riesgo de ser tildadas de fachas, ultra conservadoras y ultra católicas”. Y es que para dicha experta los medios de comunicación tienen una responsabilidad directa en la cultura de la sexualización y cosificación de menores. “Es una práctica perniciosa que venimos denunciando las feministas y profesionales de bien desde hace años. Es una clara vulneración de sus derechos y un perjuicio para su pleno desarrollo como personas. Un reciente estudio publicado por el Instituto de la Mujer sobre sexismo en la publicidad señala que en un 8,5 % de los anuncios analizados, está en un contexto asociado a la sexualidad o el erotismo”.
Una práctica que para esta orientadora ocurre tanto “en la promoción de productos dirigidos a la infancia, como en algunos dirigidos a personas adultas, de forma explícita o sutil, utilizando diferentes estrategias, una de ellas, el uso de juguetes eróticos, lo que constituye un aprendizaje de roles que cosifican. Algo que, es considerado otra forma de violencia sobre menores y con la que colaboran, por intereses espurios, los medios de comunicación. No obstante, no debemos obviar que la cosificación sexual, considerada una forma más sutil de discriminación sexista, tiene una mayor prevalencia entre mujeres que entre hombres. Algo en lo que los medios de comunicación supuestamente progresistas y feministas, también participan”.
¿Cada vez es más explícito el comportamiento sexualizador?
Así es. Cada vez se esconden menos. Y, cada vez repiten estos comportamientos indecentes más marcas, de todo tipo, de grandes firmas de ropa, alimentación, juguetes, deporte, centros comerciales, cosmética, disfraces y un largo etcétera. Y esto es porque sexualizar menores, sobre todo, niñas y adolescentes, vende. Sin tener en cuenta que está demostrado empíricamente que la sexualización temprana normalizada contribuye a favorecer los abusos a menores. Poner en el centro el erotismo de jóvenes y mujeres favorece que se ignore el resto de cualidades y capacidades, reduciendo sus expectativas vitales (porque frecuentemente son ellas). No es de recibo que, en ciertos sectores del periodismo y del marketing se blanquee la sexualización de menores para vender productos a las personas adultas. Las niñas tienen derecho a ser respetadas y recibir un buen trato publicitario.
¿Qué mensaje se lanza cuando una marca como Nocilla hace este anuncio?
Un mensaje claro: la mujer (que no el hombre, porque no han sacado a un chico), sus funciones sexuales y su cuerpo es la representación única y absoluta de su ser. Es decir, el cuerpo (y lo que haces con él) representa a la persona. Cuando la cosificación se expresa a través de los medios de comunicación, se imponen modelos de vida y de belleza, lo que la coloca a la mujer en posición de desigualdad con respecto al hombre. Y en este aspecto, tiene cabida el uso que hace la mujer del satisfyer, un objeto creado por el hombre que aboga por una sexualidad exprés y un orgasmo rápido, justo al contrario de lo que se recomienda al hombre. El satisfyer reduce la sexualidad en la mujer a una recompensa inmediata. De hecho, en pedagogía y educación hablamos mucho por sus efectos adversos. Sin embargo, al placer sexual debemos dedicarle tiempo, espacio, fantasía y calma. Se tiene evidencia de que el estímulo intenso y localizado que proporciona este artilugio, está favoreciendo en demasiados casos, la incapacidad para llegar al orgasmo de otras formas, como por ejemplo con auto placer o con pareja. El cerebro es neuroplástico y se acostumbra con facilidad a lo rápido, intenso y fácil.
¿Anuncio además de sexista...edadista?
Esa es otra arista dolorosa del anuncio. Tratan al abuelo como si fuera tonto. Ninguna persona mayor confunde un termómetro con un succionador de clítoris. ¿Qué se han creído? Además, ¿qué hace en la mesa donde se come un objeto tan íntimo? La discriminación por motivos de edad a base de estereotipos y prejuicios, es otro mecanismo muy utilizado en la publicidad sin escrúpulos. Por otro lado, solapadamente, enaltece la figura del viejo verde.Es una falta de respeto infantilizar a una persona mayor y presuponer que no sabe o ha perdido capacidades, simplemente por tener una determinada edad. Es una simplificación de la realidad y una perpetuación de estereotipos.
El binomio terf-facha está siendo muy bien rentabilizado y aprovechado…
Claro, ahora, cuando defiendes a la infancia te llaman terfa, facha, ultra católica, ultra conservadora. Y yo me pregunto, ¿para proteger a la infancia hay que ser ultra católica? Cuando no comulgas con sus dogmas, lo cómodo y fácil es descalificarte, insultarte, ridiculizarte e intentar desacreditarte. Bullying en toda regla. A falta de argumentos y espíritu crítico usan el señalamiento público y la censura como única estrategia.
¿Cómo podemos abordar de manera que no se nos considere censoras sino explicar el impacto que esto tiene en la normalización de determinados comportamientos y en la falta de empatía?
Haciendo lo que hacemos. Debemos seguir explicando lo que ocurre, analizando con rigor, didáctica, respeto y espíritu crítico lo que afecta a nuestra juventud e infancia. No podemos permitir el uso que se está haciendo de ellos. No podemos permitir que sigan adoctrinando para que normalicen la inmoralidad. No debemos dejarnos amedrentar por sus estratagemas. El artículo hace aguas por todas partes: No argumenta acerca de los dos asuntos sobre los que hemos conceptualizado como son la sexualización y el edadismo. Se limita a embadurnar todo de fango y meter palabras como, facha, fachosfera, militares, curas, cristianos, macho alfa y ultra conservadores, con un titular demagogo. Yo llevo toda mi vida luchando por los derechos de las mujeres y recuerdo, cuando otros sectores, intentaban infundirnos miedo. Si antes no me callé, no voy a hacerlo ahora. Creo que, si este medio me ha leído y se ha tomado el tiempo de señalarme, sin etiquetarme, es que algo estoy haciendo bien.
¿Has notado el cambio de los comportamientos y de la percepción de un mundo peor en base al consumo de la juventud en medios relacionado con el ocio?
Llevo más de 35 años impartiendo formaciones a madres, padres y adolescentes en centros escolares y en empresas y, desgraciadamente, he observado un cambio de comportamiento en la juventud y la adolescencia. Observo, y la investigación empírica lo ha mostrado, un constante aumento de sexismo y más diferenciación en función de sexo. Más que nunca la masculinidad simboliza fuerza y poder, la feminidad se caracteriza por lo sutil y lo bello. Cada vez veo más anuncios y tendencia a relacionar los atributos masculinos con el poder, el control y el dominio y los femeninos con la entrega, los cuidados, lo bello y el control de la imagen corporal, lo que las coloca en una posición de inferioridad y vulnerabilidad en comparación a los hombres.
¿Hemos llegado a un momento en el que cualquier límite es traspasable?
Eso parece. En algunos entornos han entrado en una dinámica en la que parece ser que todo está permitido: la sexualización de la infancia, la perversión de menores, el blanqueamiento de la prostitución, los vientres de alquiler, la pederastia escondida bajo la libertad de los menores para estar con quienes quieran. Vivimos en sociedad y es nuestra responsabilidad velar por la seguridad de nuestras niñas y niños. Soy una firme defensora de marcar y respetar límites, sobre todo, cuando la infancia y adolescencia está en juego. La infancia no se toca.
Bueno, me parece muy bueno el artículo, pero me veo en la obligación gozosa de dar mi opinión como católico, porque da la casualidad que Jesús, sin habla del satisfyer directamente, si hablo mucho de esta gente que suministra esos artículos a los jóvenes y les enseña a usarlos y francamente no me gustaría para nada estar en su pellejo.
ResponderEliminar«Ay de aquel que escandalice: Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar»
Evangelio según San Lucas 17,1-6. Después dijo a sus discípulos: «Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona! Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños.
Sí, ya sabía el Señor que habría adultos que incitarían a los jóvenes a pecar y ya avisó cuanta gravedad consideró que tenía esa actitud, así que no quitemos ni un ápice de gravedad al anuncio de Nocilla. ¿Me parece mal que las jóvenes se masturben? Por supuesto que sí. Es malo que se masturbe cualquier personal de cualquier edad y sexo porque es un acto de placer egoista, y el hombre está hecho para la generosidad y el amor, para volar alto . ¿Que le estás enseñando a la niña con el satisfyer? A que se arrastre por el fango de sus pasiones , a que abdique de que de que su corazón está hecho para amar cosas grandes y para ser amado por ser ella misma una criatura digna de admiración y no como objeto de placer egoísta. La Nocilla nos está vendiendo basura. si ardiera deberíamos quemarla en una gran pira como los libros de caballería en la época de don Quijote . Quieren esclavizarnos de nuestras pasiones más bajas pero nosotros tenemos que gritar ¡quiero ser libre ! ¡Yo nací para volar como las águilas y esta gente quiere que me arrastre como las ratas! Pero yo les digo a los jóvenes, no os preocupéis, tirad el satisfyer y decid conmigo ¡Ahora comienzo!